lunes, 24 de noviembre de 2014

Los vertederos de basura y los cursos de agua no se mezclan

Inundación en la cava Cañada Grande, el 23 de octubre de 2012, antes que se comenzara a depositar residuos.

Un depósito de residuos perdura a lo largo los años, es una obra que permanece para siempre. Por eso la elección del emplazamiento es clave para minimizar el impacto ambiental. En Calamuchita se instaló un vertedero regional de basura en Cañada Grande, un curso de agua afluente del río Santa Rosa, el cual desemboca en el lago de Embalse.

por Cristian Basualdo

El proyecto fue impulsado por la Comunidad Regional Calamuchita y la Secretaría de Ambiente de la Provincia de Córdoba. La retórica oficial describe a la planta de Cañada Grande como un modelo en Sudamérica, que colocó a Córdoba a la vanguardia en el manejo de los residuos sólidos urbanos. Pero las palabras no pueden modificar la topografía del lugar: Cañada Grande es un lugar inundable. Le ofrezco al lector 10 pruebas que sostienen esta afirmación:

1. Aviso de Proyecto

El día 27 de octubre de 2008, la empresa Furgiagro (cuyo titular era Agustín Ernesto Furgiuele) inició ante la Secretaria de Ambiente un trámite de habilitación con el nombre de Aviso de Proyecto de vertedero controlado. Entre la documentación presentada está la "Evaluación Primaria de Aptitud- Vertedero Controlado San Ignacio, agosto 2008", a cargo de la empresa SIMA y realizada por el ingeniero Pablo H. Manzini, Consultor Ambiental Nº 051. Vale la pena transcribir algunas de sus conclusiones: "Existe evidencia de suelos arenosos que presentan altas tasas de infiltración básica y, por lo tanto, alto riesgo de contaminación de los acuíferos (...) Valles como en este caso, aluvionales presentan riesgo de inundación". Sugiere: "Tomar la decisión de profundizar los estudios ambientales solo cuando se hallan propuesto no menos de dos sitios alternativos".

Líneas de escurrimiento de Cañada Grande.

2. Informe del licenciado Revol

El "Informe Perforación Pozo Exploratorio, Zona San Ignacio, Santa Rosa de Calamuchita, Provincia de Córdoba, marzo de 2009", realizado por el licenciado Revol, indica que: "Por encima de dicho nivel, en su mayoría arenas medianas a gruesas e incluso gravas de gran permeabilidad de origen fluvias y la litología subyacente correspondientes al basamento metamórfico, que si bien presenta una permeabilidad secundaria por fracturación, es menor que la anterior. A mi entender no constituye una barrera eficiente a la migración de fluidos desde las capas superiores a las inferiores".

3. Estudio del biólogo Monguillot

El "Estudio de Impacto Ambiental Proyecto Planta de Clasificacióny Vertedero Controlado de Residuos Sólidos Urbanos en el Departamento Calamuchita, agosto de 2009", realizado por el biólogo Julio C. Monguillot, Consultor Ambiental Nº 24, menciona en la descripción ambiental del sitio y su entorno inmediato: "Su denominación local, Cañada Grande, hace referencia a la existencia de una amplia abra deforestada, por ser el área de derrame de cuatro quebradas serranas que confluyen en el lugar, y drenan hacia el este, hacia el río Santa Rosa".

4. Estudio del ingeniero Valdivia

El "Estudio Hidrológico-Hidráulico de la Planta de Clasificación y Vertedero Controlado de Residuos Sólidos Urbanos en el Departamento de Calamuchita, Córdoba, setiembre de 2009", realizado por el ingeniero Valdivia, muestra que la superficie fijada para desarrollar el vertedero controlado es un sector donde confluyen 4 quebradas que en época de lluvias aportarían sus caudales para conformar uno solo, que se unirían y desplazarían hacia la boca del embudo, donde estaba previsto el primer sitio de localización de la obra, cuyos terraplenes irían conformando con el tiempo una verdadera muralla de contención. El valor de recurrencia utilizado fue de 25 años, en lugar de 50 o 100 años, como es normal en este tipo de obra de ingeniería.

Subcuencas de Cañada Grande.

Este estudio fue presentado en octubre de 2009 ante la Secretaría de Ambiente Provincial, que acumulaba una prueba tras otra de la inundabilidad de Cañada Grande. Siete meses después arribaron a Calamuchita los técnicos de la Universidad Nacional de Rosario, a instancias del Defensor del Pueblo de la Nación, para realizar una evaluación independiente del proyecto. Entonces los impulsores del mismo reaccionaron cambiando el sitio de implantación de la obra. En mayo de 2010, Furgiagro desplazó el sitio a la subcuenca A4, al otro lado de la calle unos 400 m, donde finalmente se concretó el vertedero. El nuevo emplazamiento queda dentro de Cañada Grande y también es un lugar inundable.

El informe de la Universidad de Rosario analizó ambos sitios y señaló que se trata de: "Un lugar donde una riada (avenida) del tipo centenaria se llevaría todo por delante (tal cual ha podido observarse en diferentes lugares del mundo), incluida la planta de clasificación y los fardos depositados en el vertedero".

5. Falta de certificado de no inundabilidad

La Ley Nacional Nº 25.916, Ley de presupuestos mínimos para la gestión integral de los residuos domiciliarios, establece en su artículo 21 que los sitios de disposición final no deben ubicarse en terrenos que sean inundables. Para verificar este requisito, la Secretaría de Ambiente Provincial exigió a Furgiagro la presentación de una "Factibilidad de no inundabilidad del terreno, emitida por Autoridad competente" (fs 5 del expediente 11.655/08). Pero Agustín Ernesto Furgiuele era un hombre ocupado; no contestó nunca. Y el requisito ni siquiera fue solicitado para el nuevo sitio propuesto en el expediente 14.110/10.

6. El Instituto Geográfico Nacional

El Instituto Geográfico Nacional es una de las instituciones de mayor antigüedad en el ámbito del Ministerio de Defensa, su misión principal es representar el territorio nacional a través de la cartografía oficial. La cuenca denominada Cañada Grande está indicada como un curso de agua en la Carta del Instituto Geográfico Nacional, hoja 3366-6, escala 1-100.000, afluente del río Santa Rosa, muy próximo al lago de Embalse, siendo este la mayor reserva de agua potable de la provincia de Córdoba.

7. Las fotografías de Cañada Grande

El 9 de enero de 2010 llovieron unos 100 mm en Cañada Grande. Un vecino del lugar, Jorge Cozar, tomó una serie de fotografías que muestran la velocidad del agua en algunos sectores del terreno, indicando la posibilidad de una fuerte acción erosiva. Los canales de televisión locales comentaron sobre la lluvia caída, y los vecinos autoconvocados contra el vertedero regional exhibieron las fotografías como prueba de su postura.

El impulsor del proyecto, legislador Carlos Alesandri, fue consultado por la prensa si tenía conocimiento de las fotografías que mostraban el predio inundado por las lluvias: "No solamente que tuvimos conocimiento de esa falacia absoluta, porque ese es el arroyo que está cuatro kilómetros más abajo de donde se va a hacer el emplazamiento. Es una falacia absoluta, es parte de la campaña de difamación". Pero las mismas fotografías desmienten al legislador, tomemos por caso la de abajo, donde puede observarse el agua circulando hacia los terraplenes que se formaron a partir de las excavaciones practicadas para la obra (a la izquierda, sobre el pelo de agua).

Escorrentías superficiales en Cañada Grande, el 9 de enero de 2010. Arriba a la izquierda se observan los terraplenes de tierra formados por las excavaciones para el vertedero regional.

8. Informe de Jaymes

La estudiante de geología Gisela Jaymes, realizó un estudio fisiográfico, clima, suelo, vegetación, recursos y población de la zona. Entre sus conclusiones señala: “Los cursos fluviales de carácter intermitente deberían ser tenidos en cuenta, ya que en épocas lluviosas (en la estación de verano, según el clima actuante) cobran importancia, generando erosión hídrica (...) Se encuentran afectados por posibles anegamientos e inundaciones, principalmente en las zonas deprimidas (hacia el sector este) y se encuentran influenciadas por ascensos y descensos del nivel freático (observado como manchas de coloración oscura en la imagen satelital), por lo que la cuenca sería muy activa desde el aspecto hidrogeológico, siendo esto desfavorable para el emplazamiento de un vertedero de residuos. Se puede estimar que el agua subterránea proveniente de la zona oeste alimentaría los cursos permanentes y el Embalse”.

9. Estudio del ingeniero Piccolo

El último estudio de Cañada Grande provino de la Universidad Tecnológica Nacional, realizado por el ingeniero Javier Eduardo Piccolo, que recomendó proteger el lugar con un canal de hormigón de 5 metros de ancho por 1,5 metros de profundidad. Diseñado en base a una lluvia de recurrencia de 10 años, y un caudal de 3,32 m³/s. Ello aún sin considerar que la vida útil del vertedero supera largamente los 10 años, por lo que deberían haberse utilizado eventos de recurrencia mayor, los que corresponden a escorrentías superficiales de 6,29 m³/s y 12,6 m³/s, para recurrencias de 25 y 100 años respectivamente.

En declaraciones a la prensa, Carlos Alesandri dijo que: "Este informe, este dictamen de la Universidad Tecnológica de Córdoba son cosas que van conformando la solidez del proyecto que nosotros habíamos presentado en su oportunidad y despeja las dudas de todos los comentarios y todas las acciones que hubo en torno de quienes se negaban al emplazamiento del mismo". Pero lejos de representar un aval, el estudio deja en claro las falencias del proyecto. El canal recomendado nunca se construyó.

10. Los testimonios de los vecinos

San Ignacio es la localidad más cercana a Cañada Grande, su jefe comunal, Jorge Ordoñez, recientemente declaró: "Lo que yo no estaba de acuerdo era con el lugar, a mí me parecía que nunca un vertedero regional tiene que estar aguas arriba de un embalse (...) y cuando yo decía que el lugar era inundable y que nacía un arroyo en el lugar, hoy día lo pueden probar, el arroyo está en actividad". El esquema regional regional de la basura en Calamuchita, transfiere el problema de una localidad a otra, acentuando la contaminación en San Igancio.

Inundación en la cava de Cañada Grande, febrero de 2012, antes que se comenzara a depositar residuos.

Las ciencias del ambiente, las leyes aplicables al caso y la normal prudencia indican que los vertederos de basura y los cursos de agua no se mezclan. El agua al entrar en contacto con la basura arrastra sustancias que se encontraban en los residuos, formando líquidos altamente contaminantes denominados lixiviados. La planta de Cañada Grande no tiene instalaciones para el tratamiento de lixiviados y las autoridades nunca explicaron claramente el destino de los mismos.

El proceso de implantación del vertedero regional en Cañada Grande es un ejemplo de la división social del conocimiento. La evaluación científica, técnica y administrativa se realizó dentro de la Secretaría de Ambiente, sin audiencias públicas ni participación de la comunidad. De este modo, y a pesar de la abrumadora evidencia en contra, el por entonces secretario de ambiente provincial, Raúl Costa, autorizó el emprendimiento mediante la Resolución 540/2010, declarando que el "proyecto del vertedero regional está avalado técnicamente".

En marzo de 2014, Raúl Costa escribió una nota sobre las inundaciones en Villa María y Villa Nueva, donde señaló que: "En el mundo, la legislación ha avanzado mucho prohibiendo la edificación en zonas perceptibles de ser inundadas, en un período de retorno de hasta 100 años (...) Y es que la ocasionalidad de las inundaciones a intervalos de tiempo más o menos amplios, llama a engaño, nos hace caer en el error de menospreciar la posibilidad que suceda, pero tarde o temprano acabará sucediendo (...) La única solución es la planificación. Debemos incorporarla definitivamente, donde tenga cabida la más amplia participación de todos los sectores de la comunidad". Todo un ejemplo de doble estándar ambiental, Costa destaca aspectos en la gestión de inundaciones que él mismo pasó por alto en Cañada Grande cuando era secretario de Ambiente.

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