Beirut, Líbano.
En las imágenes aparece sentado solo, cubierto de polvo gris y
sangre seca. Sus pequeños pies no alcanzan el piso. Observa
desconcertado, en shock, como si canalizara el estado de ánimo de
toda Siria.
El niño de cinco
años, identificado por los médicos como Omran Daqneesh, fue
rescatado de un edificio afectado por un bombardeo del gobierno sirio
o de Rusia en el norte de Alepo. Fue uno de los 12 niños atendidos
el miércoles en uno de los hospitales de la zona este de la ciudad,
que está en manos de los rebeldes, según los médicos de ahí.
A los pocos
minutos de que la imagen y un video de Omran fueron compartidos por
testigos y periodistas, las redes sociales se encargaron de
diseminarlos en todo el mundo. Sin darse cuenta, Omran -al igual
que Alan Kurdi, el niño sirio que murió ahogado en septiembre y
cuyo cuerpo sin vida apareció en una costa turca- está llamando
la atención sobre los miles y miles de niños asesinados o heridos
durante los cinco años de guerra y sobre la incapacidad o falta de
voluntad de las potencias mundiales para detener esta masacre.
El uso de Omran como un emblema de la desesperanza no es nuevo: a diario se comparten en redes imágenes de niños muertos o heridos en Siria, muchos de ellas más desgarradoras, en una guerra llena de ataques indiscriminados, muchos de ellos por bombarderos y tiroteos del gobierno, así como por morteros rebeldes.
Mientras la mente
se resiste a ver las imágenes durante mucho tiempo -y muchos
medios de comunicación se refieren a ellas como horripilantes-,
puede ser que el aire familiar de la angustia de Omran sea el que
haga que muchas más personas se sientan identificadas.
Omran podría ser
el niño de cualquier persona. En el video se observa en medio de la
confusión, con su brazo rollizo asido a la espalda de quien lo
rescató, antes de que lo sienten en la parte trasera de la
ambulancia, iluminada por una luz blanca deslumbrante.
Ve hacia el
horizonte, al parecer demasiado aturdido como para llorar. Después
pone su mano en su ceja cubierta de sangre, contempla sorprendido la
palma de su mano e intenta limpiársela contra la silla. Después
mira alrededor como si intentara entender dónde está.
Al parecer la
fotografía y el video de Omran fueron tomados por un integrante del
Centro de Medios de Alepo, un grupo de activistas y periodistas en
contra del gobierno que siguen el conflicto. También fueron
compartidos por los doctores del hospital donde Omran fue atendido,
que tiene el apoyo de la Sociedad Médica Sirio-Americana.
Fuente:
Fuente:
Anne Barnard, El niño sirio Omran Daqneesh se covierte en símbolo del sufrimiento en Alepo, 18/08/16, The New York Times
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